La tortuga que no quería trabajar
Había una vez un pueblo llamado Troncolandia, en el que vivía una tortuga llamada Faustina. Era una tortuga simpática, de caparazón brillante y sonrisa contagiosa, pero con un defecto tan grande como una sandía: ¡Faustina era más floja que un zapato con agujetas!. Mientras…