
Las atracciones inmersivas son el plato fuerte de la visita. Además, hay una zona de dinosaurios de tamaño real, donde los visitantes pueden hacerse cientos de fotografías junto a réplicas de especies que habitaron la Tierra hace millones de años. La sensación de estar cara a cara con estos gigantes prehistóricos deja boquiabiertos a niños y adultos por igual. Además, el parque cuenta con un museo que alberga piezas originales de fósiles, entre otras muchas sorpresas, lo que permite a los asistentes conocer más sobre la fauna de la era mesozoica y cómo los paleontólogos realizaron sus descubrimientos en las diferentes zonas de la provincia.