La gelatina más incómoda del mundo

Había una vez un niño llamado Tito Tranquilo —que todavía estaba aprendiendo a ser tranquilo— tenía un talento especial para meterse en problemas sin querer. Él no hacía nada raro: simplemente vivía. Pero la vida, por alguna razón misteriosa, insistía en lanzarle situaciones que…