La Gran Carrera de Escobas Voladoras
Había una vez, en el pequeño pueblo de Travesurilandia, una bruja llamada Pepinilla. Pero Pepinilla no era una bruja cualquiera: ¡tenía miedo de los gatos negros!. Cada vez que uno pasaba cerca, se subía a la mesa, gritaba como una gallina al poner un…
La niña que convirtió su imaginación en un libro
Había una vez una niña llamada Laura que tenía una pasión muy particular: escribir. No coleccionaba muñecas, no hacía castillos de arena muy a menudo, ni tampoco le entusiasmaba saltar la cuerda. Lo que más le gustaba en el mundo era agarrar un…
La tortuga que no quería trabajar
Había una vez un pueblo llamado Troncolandia, en el que vivía una tortuga llamada Faustina. Era una tortuga simpática, de caparazón brillante y sonrisa contagiosa, pero con un defecto tan grande como una sandía: ¡Faustina era más floja que un zapato con agujetas!. Mientras…
Doña Lombriz y el sombrero imposible
Había una vez un pequeño y pintoresco pueblo llamado Chocotorpedo. En él, vivía una lombriz llamada Doña Lombriz, y sí, sus papás no se calentaron nada la cabeza para elegir su nombre. Ella, tenía una obsesión un poco rara: coleccionaba sombreros… ¡y no sombreros…
El último día de verano
Había una vez una niña a la que le encantaba la playa. Era el último día de verano, y Estela estaba decidida a que fuera el más divertido de todos. La escuela comenzaba mañana, pero eso no le importaba: ¡el verano todavía podía dar…
El Guardián de las Emociones
Había una vez, en un valle lleno de flores que parecían caramelos de colores, un pequeño pueblo llamado Yutori. Allí vivían niños y niñas que jugaban desde que salía el sol hasta que la luna bostezaba. Sin embargo, no todo era perfecto: en la…
El Club del Miedo Chistoso
Había una vez un pueblo muy, pero que muy raro, se llamaba Risueñilandia. Allí, todos tenían algún miedo curioso: la panadera le temía a las rosquillas con demasiado azúcar, el cartero se asustaba de los buzones vacíos, y Don Tomate, el verdulero, se ponía…
Luz la Dudosa y el Reino de las Mil Opciones
Había una vez, en un mundo donde los dragones hacían concursos de eructos de fuego (y el jurado llevaba extintores, y cascos por si acaso), una niña llamada Luz la Dudosa. ¿Por qué “la Dudosa”? Porque siempre dudaba de todo: Si le daban helado…




















