Había una vez un tomate llamado Tomy Tomeito que vivía en un huerto muy especial. A diferencia de los otros tomates, que solo pensaban en madurar y ser deliciosos en ensaladas, Tomy tenía un sueño: ¡ser comediante! Cada día, mientras el sol brillaba sobre el huerto, Tomy Tomeito practicaba sus chistes frente a sus amigos vegetales.
Un día, decidió que era hora de mostrar su talento al mundo. Así que se inscribió para participar en el Gran Festival de Comedia del Huerto. Cuando llegó el gran día, estaba tan nervioso que casi se le caían las semillas. Pero cuando subió al escenario y vio a todos los vegetales mirándolo con expectación, se armó de valor y comenzó.
—¡Hola a todos! —dijo Tomy con una sonrisa—. Soy Tomy Tomeito el tomate y estoy aquí para hacerlos reír. ¿Saben por qué los tomates nunca juegan a las escondidas? ¡Porque siempre se ponen rojos cuando los encuentran!
El público estalló en risas. Las zanahorias se doblaban de la risa, y hasta la lechuga se sacudía como si estuviera bailando. Animado por la reacción, Tomy siguió contando chistes:
—¿Qué hace un tomate en una carrera? ¡Ketchup!
Las risas aumentaron y Tomy Tomeito se sintió como una estrella. Siguió contando chistes sobre verduras y frutas, haciendo imitaciones de pepinos y hasta de cebollas lloronas. El público no podía parar de reír.
Al final de su actuación, el aplauso fue ensordecedor. Todos los vegetales estaban tan emocionados que lo levantaron en volandas y lo llevaron a dar una vuelta triunfal por el huerto.
Pero eso no fue todo. Entre la multitud estaba un famoso productor de cine llamado Don Pepino, que había venido a buscar nuevos talentos para su próxima película en Hollywood. Al ver a Tomy actuar, quedó impresionado.
—¡Este tomate tiene un gran futuro! —exclamó Don Pepino—. ¡Quiero llevarlo a Hollywood para hacer una película!
Tomy Tomeito no podía creerlo. ¡De un huerto a Hollywood! Así que aceptó la oferta y se mudó a la ciudad de las estrellas.
En Hollywood, Tomy tuvo que adaptarse a la vida entre actores humanos y otros vegetales famosos. Su primera película se llamó «Tomate Risas: La Aventura del Huerto». En ella, contaba chistes mientras luchaba contra un malvado chef que quería convertirlo en salsa.
La película fue un éxito rotundo. Los cines estaban llenos de gente riendo hasta llorar cada vez que Tomy aparecía en pantalla con sus ocurrencias.
Finalmente, después de muchas risas y aventuras, Tomy recibió un premio por ser el mejor comediante del año. En su discurso agradeció a todos sus amigos del huerto:
—¡Gracias por apoyarme! Nunca olviden: ¡siempre hay tiempo para reírse! Y recuerden… ¡los tomates también pueden ser estrellas!
Y así fue como Tomy Tomeito cumplió su sueño de ser comediante y llevó alegría a millones de personas en todo el mundo.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado… ¡y ningún tomate han tirado!.
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