Había una vez, en un valle lejano, un gigante llamado Gordon, que no era como los demás gigantes. Aunque él era muy grande, muy fuerte y podía levantar rocas enormes, ¡Gordon tenía un sueño muy, pero muy especial!. ¡Quería ser cantante!.
Desde pequeño, Gordon había escuchado las canciones de las aves, de las olas del mar y hasta de los árboles susurrando al viento. ¡Le encantaba la música! Pero había un pequeño problemita… ¡Gordon no podía cantar sin hacer un ruido tan fuerte que asustaba a todo el mundo!.
Un día, mientras paseaba por el bosque, Gordon encontró algo increíble: una guitarra. Era una guitarra de madera, grande, con cuerdas brillantes. Gordon, curioso como siempre, decidió intentar tocarla.
«¡Hola guitarra, te haré mi amiga!», dijo Gordon mientras se sentaba en una roca gigante para tocarla.
Al principio, Gordon no sabía cómo tocar las cuerdas y, en lugar de producir música suave, hacía «¡CRACK! ¡CRASH! ¡BAM!» cada vez que tocaba una cuerda. Pero a Gordon no le importaba, ¡porque su guitarra ya sonaba como una orquesta de elefantes bailando en una cacharrería!.
Entonces, Gordon decidió no rendirse. «Voy a aprender a tocarla bien, y luego voy a ser el cantante más famoso de todos los gigantes», pensó con mucho entusiasmo.
Con mucha práctica, Gordon fue aprendiendo a tocar canciones mirando tutoriales en Youtube. ¡Pero había un problema aún mayor!. Cuando intentaba cantar, su voz era tan GRANDEEEEE y FUERTEEEE que se podía escuchar en todo el valle. ¡Casi rompía las ventanas de las casas de los gigantes con su voz!. ¡Era como si un trueno estuviera cantando en sus oídos!.
Un día, Gordon decidió hacer un gran concierto en la plaza del pueblo de gigantes. ¡Quería sorprender a todos con sus logros!. Preparó su guitarra, se subió a un gran escenario hecho de piedras y, con toda su fuerza, cantó:
«¡LAAAAA-LA-LA-LAAAAAAAAAA!».
Y… ¡¡BOOOOM!!. La tierra tembló. ¡Los árboles cayeron de un lado al otro y las nubes se espantaron y no quedó ni una en el cielo, como si estuvieran huyendo de un tornado!. ¡Los otros gigantes del pueblo salieron corriendo asustados!.
El gigante Barbudo, que siempre llevaba un bigote tan grande que parecía un arbusto, gritó desde su casa: «¡¿QUÉ ES ESO?! ¡¿UN TERREMOTO?!. ¡¿QUIÉN ESTÁ DERRUMBANDO EL PUEBLO?!».
La Giganta Lulú, que tenía un sombrero tan grande que lo usaba como una sombrilla, tapándose los oídos, dijo: «¡¿QUIÉN ESTÁ GRITANDO DE ESA MANERA?! ¡ES PEOR QUE UN TROGLODITA ENFADADO!».
Pero Gordon no se rindió. A pesar de que todos los gigantes se escondían detrás de sus casas y cubrían sus oídos, él pensó: «Tal vez mi voz es demasiado fuerte… ¡pero mi guitarra suena increíble!».
Entonces, Gordon decidió hacer algo diferente. Dejó de cantar con todas sus fuerzas y empezó a cantar muy bajito, muy suavemente, como si estuviera susurrando un secreto. Con un poco de ayuda de su guitarra, Gordon comenzó a hacer música suave y tranquila, tocando las cuerdas delicadamente, mientras murmuraba:
«La-la-la… la-la…».
Y, de repente, ¡la magia ocurrió!. Los gigantes comenzaron a salir de sus casas, uno por uno, asomándose tímidamente. El gigante Barbudo se quitó el sombrero, la Giganta Lulú dejó de taparse los oídos y todos empezaron a escuchar la música.
«¡Eso está mucho mejor, Gordon!», dijo Barbudo, moviendo la cabeza al ritmo de la música.
«¡Qué bonita canción!», exclamó Lulú, mientras se sentaba en el suelo y cerraba los ojos para disfrutar del concierto.
Y así, Gordon, el gigante cantante, se convirtió en el artista más famoso de todo el pueblo de gigantes. Ya no tenía que cantar a gritos. ¡Ahora sabía cómo hacer que su voz y su guitarra se unieran en una melodía perfecta!. Todos los gigantes del pueblo lo aclamaban, y Gordon se sentía más feliz que nunca y hasta firmó algún autógrafo.
Desde ese día, Gordon tocaba y cantaba todas las tardes, sin asustar a nadie, solo con su guitarra y su voz suave. Y aunque no podía cantar como los pájaros, ¡al menos los gigantes ahora, ya no les daba un ataque al corazón del susto, y disfrutaban de su bonita música!.
Y colorín colorado, Gordon dejó de causar más terremotos en todos los pueblos del lugar.
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