
La ciudad de Cartagena, joya histórica de la Región de Murcia, en España, se consolida como un destino ideal para pasar un día en familia repleto de actividades culturales, aventura y momentos de ocio. Desde primera hora de la mañana, podrán dar un paseo por el increíble paseo del puerto, caminando entre sus monumentos llegaréis hasta el Ayuntamiento.
Enfrente, está el acceso para adentrarse ya en el legado milenario de la ciudad con una visita al Teatro Romano y su museo, una de las joyas arqueológicas mejor conservadas de España. Se puede continuar el recorrido hacia el Anfiteatro romano, donde los más pequeños podrán imaginarse como auténticos gladiadores.
Tras recorrer diferentes calles comerciales, como la calle Mayor y adyacentes, el pequeño paseo nos lleva al Castillo de la Concepción una experiencia emocionante que ofrece vistas espectaculares de toda la ciudad y el puerto (para los más comodones y aventureros… os recomiendo subir en el ascensor panorámico con vistas increíbles a toda la ciudad, eso sí, sube bastante alto. Luego para bajar, podéis optar de ir paseando por las diferentes calles del casco histórico).
Una vez arriba, las familias pueden recorrer los restos medievales y disfrutar de las aves que habitan sueltas por el Parque Torres, como varios pavos reales, entre otras especies. Además, hay diferentes exposiciones, pasillos y recovecos para descubrir y recorrer.
Muy cerca, el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQVA) fascina con sus tesoros rescatados del fondo del mar, como el famoso tesoro de Nuestra Señora de las Mercedes, ideal para despertar la curiosidad infantil.
Los amantes de las exposiciones interactivas no deben perderse el Museo de la Ciencia y el Agua o el Museo Naval, donde se puede explorar una réplica del submarino de Isaac Peral. Después de tanta emoción, las calles comerciales del centro, como la calle Mayor, invitan a pasear, tomar un helado y descubrir plazas encantadoras como la Plaza del Ayuntamiento o la Plaza San Francisco, con zonas de juego infantil, pequeñas atracciones y terrazas.
Para cerrar el día, el Paseo del Puerto ofrece una caminata agradable frente al mar, con vistas a cruceros y barcos militares, mientras los niños disfrutan de la enorme noria panorámica instalada junto al puerto, que regala una última vista aérea de la ciudad. Cartagena demuestra así ser mucho más que historia: es una ciudad vibrante donde el aprendizaje de las diferentes culturas de nuestra historia y la diversión van de la mano.
Para terminar la jornada, podéis acabar de agotar la energía de los más peques saltando y jugando en el gran X-Jump de Cartagena.
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